La palabra oráculo aúna tres significados: el que se refiere a la sacerdotisa que comunica las profecías, el que da nombre a las mismas profecías, y por último el que indica el lugar en el que se pronuncian esas profecías.
Delfos es una ciudad de Grecia en la que en épocas antiguas se erigío un oráculo de Gea (personificación de la Madre Tierra), que pronunciaba profecías en el interior de una cueva sagrada. Este oráculo se llamó originalmente Pitón, por ser la morada de una gran serpiente.
A partir del siglo 10 a. C., Gea fue sustituida por Apolo, hijo de Zeus. La conquista de Delfos por el nuevo dios fue sangrienta. Apolo , después de escalar el Parnaso, mató a la Pitón que custodiaba el santuario de Gea, calledo el cuerpo en la fisura del oráculo.
En memoria de la serpiente y de Gea, Apolo quiso que una mujer fuera la sacerdotisa principal y la llamó Pitia, también conocida como Sibila, que ofrecería sus oráculos desde una roca.
Después de ser bendecida por Apolo, el espíritu de Pitón permaneció en Delfos como elemento propio del vencedor, y fue con ayuda de sus efluvios que las sacerdotisas podían entrar en contacto con el Dios.
Delfos es una ciudad de Grecia en la que en épocas antiguas se erigío un oráculo de Gea (personificación de la Madre Tierra), que pronunciaba profecías en el interior de una cueva sagrada. Este oráculo se llamó originalmente Pitón, por ser la morada de una gran serpiente.
A partir del siglo 10 a. C., Gea fue sustituida por Apolo, hijo de Zeus. La conquista de Delfos por el nuevo dios fue sangrienta. Apolo , después de escalar el Parnaso, mató a la Pitón que custodiaba el santuario de Gea, calledo el cuerpo en la fisura del oráculo.
En memoria de la serpiente y de Gea, Apolo quiso que una mujer fuera la sacerdotisa principal y la llamó Pitia, también conocida como Sibila, que ofrecería sus oráculos desde una roca.
Después de ser bendecida por Apolo, el espíritu de Pitón permaneció en Delfos como elemento propio del vencedor, y fue con ayuda de sus efluvios que las sacerdotisas podían entrar en contacto con el Dios.
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