
El misterio se inicia a mediados del siglo XIX, y desde entonces un total de más de cincuenta barcos y veinte aviones han desaparecido en el triángulo, sin dejar restos ni supervivientes.
Uno de los casos más famosos es del vuelo 19: Cinco bombarderos

La cara oscura de las desapariciones es que nunca han habido restos en el mar; si hubiera sido un naufragio, los equipos de búsqueda habrían encontrado partes del barco como salvavidas, restos del barco, balsas o al menos una mancha de aceite en el agua. Nunca se ha conseguido nada de eso en sus búsquedas.
Los mensajes de algunos aviones, antes de su desaparición, no daban alguna indicación de anormalidad; en efecto, en un momento dado todo estaba marchando normal y al siguiente minuto, todo había desaparecido sin la menor advertencia.
El número de desapariciones sin hallazgo es completamente impresionante y aterrorizador. Lo más misterioso es que no pudieron ocurrir por un huracán o ciclón porque la mayoría de las desapariciones se dieron en buen tiempo.
Según los relatos de los días de la navegación a vela, las Bermudas y la zona más al sur fueron ciertamente denigradas durante cientos de años por la desaparición de navíos cuya suerte pasó a llenar la larga lista de barcos extraviados en el océano, desapariciones habitualmente atribuidas a piratería, tempestades o motines.
Sólo en el siglo XIX, y especialmente en el siglo XX, con la mejora de las comunicaciones y de los registros de barcos, se comenzó a pensar que había algo inquietantemente cautivador en tan elevada suma de pérdidas, en especial la ausencia de supervivientes, de restos o cuando la comunicación por radio se generalizó, de indicaciones respecto a lo que estaba sucediendo o había ocurrido con los buques
desaparecidos.

Por añadidura, se dice que buen número de tan misteriosas desapariciones afectaban solamente a los pasajeros y tripulantes; por lo demás, los navíos abandonados parecían estar perfectamente en orden, con sus diarios a bordo, botes salvavidas, cargamento e, incluso, efectos personales en su sitio.
El Triángulo de las Bermudas simpre será una fuente inexplicada de miedo y un enigma misterioso sin explicación. Pero si los barcos, aviones y buques no desaparecieron a causa de fenómenos naturales, ¿qué les ocurrió? ¿A dóde se desvanecieron los tripulantes? ¿Qué pasó con los restos del barco o el avión? Pero más importante, ¿dónde están?
Los analisis apuntan a que a las fuertes corrientes y la profundidad de las aguas podrían explicar la ausencia de los restos. Las naves civiles y militares atraviesan la región todos los dian sin contratiempos. En cuanto se perfecciones las técnicas de inversión en aguas profundas es probable que se recuperen la mayoría de los barcos perdidos, pero lo que será seguro es que el misterio del triángulo de las Bermudas seguirá por mucho tiempo en nuestra imaginación, creando sueños que harán que las historias perduren en la memoria de los hombres.